Eleazar Herrera: "La ciencia ficción solo es el lienzo donde decido pintar la historia."
Eleazar Herrera es autora de numerosos relatos en revistas y diferentes publicaciones colectivas. La ficción corta es su especialidad, prueba de ello que su primera novela en solitario Wes Marino: Bajo la piel de la ciudad (2017) se haya publicado bajo el popular formato de "bolsilibro" que ha vuelto con fuerza al mercado literario gracias a la editorial Cerbero.
Fotografía de Eleazar Herrera. (cedida por la autora)
- Para comenzar con algo sencillo. ¿Qué es para usted la literatura?
La mejor forma de recordar las primeras historias, que se extendieron boca a boca, pero también una ventana por la que observar otros mundos. Y un medio de entretenimiento tan válido como otro cualquiera. La literatura lo es todo y está en todas partes.
- ¿Cuándo comenzó su pasión por escribir?
De muy pequeña. Escribía cuentos sobre los dibujos que veía sin saber que eso tenía un nombre: "fanfiction".
Fotografías de la mesa de trabajo de Eleazar Herrera. (Fotografías cedidas por la autora)
- ¿Es usted consumidora de ciencia ficción? ¿Cuáles son sus títulos de cabecera?
Leo ciencia ficción, aunque todavía me quedan muchas novelas por leer para considerarme algo más que lectora casual del género. El aprendiz de guerrero de Lois McMaster Bujold, con su divertida space opera, me enseñó que la ciencia ficción también podía ser ligera e instructiva. Como a muchos, supongo, espero, La mano izquierda de la oscuridad de Ursula K. Le Guin resquebrajó mis ideas acerca de los géneros y la sexualidad (y es una de mis autoras de referencia para todo, prácticamente). Pero también están Mendigos en España de Nancy Kress, con un planteamiento antropológico riquísimo sobre una sociedad dividida entre insomnes y gente “normal”, los relatos de Leigh Brackett en Planet Stories, Hyperion de Dan Simmons, Amanecer de Octavia Butler, Dune de Frank Herbert… De todas formas, mi imaginario de ciencia ficción bebe más de los videojuegos (ROM: Read Only Memories, Metroid, Axiom Verge y Mass Effect, por citar algunos). También te digo que he leído más fantasía que otra cosa.
- Después de haber participado en un montón de certámenes y publicaciones colectivas. ¿Qué supone para usted publicar su primera novela con Cerbero?
Justo eso: una publicación en solitario. Significa que ya no le puedes echar la culpa a nadie que no seas tú. Asumes los aciertos, pero sobre todo los errores, y los tienes en cuenta para seguir mejorando como escritora. Cuando salió el bolsilibro tuve dudas e inseguridades (¿gustará?, ¿les parecerá una chorrada monumental?, ¿creerán que es basura o se divertirán?, ¿qué estoy aportando yo a la literatura?), pero ya no. Me lo pasé bien escribiéndolo y eso es lo único que quiero: divertirme y entretener a los demás. El editor, Israel Alonso, pensó que Wes Marino era una historia que merecía la pena leer, y así lo han confirmado las reseñas que han venido después. Creo que un buen ejercicio de confianza para el futuro (¡para mí y para quien quiera!) es decirse: “Mi historia importa. Todo lo que tengo aquí, importa”. En el fondo, es suficiente con que sea importante para ti.
- El formato “bolsilibro” ha sido uno de los grandes aciertos de la editorial Cerbero para mover con facilidad un producto de calidad y a un precio muy competitivo. ¿Qué opinión le merece este formato?
Ya hubo tradición bolsilibrera en su momento y fue una pena que desapareciera. Que muchas editoriales estén trayéndolos de vuelta es genial, la verdad. A ver: leo mucho en transporte público. No me puedo llevar una novela de 600 páginas en tapa dura sin perder el brazo por el camino. Y tampoco me apetecen siempre esas novelas larguísimas. A veces echas en falta ficciones más extensas que un relato pero sin llegar a una novela, y ahí están. Personalmente, creo que me gustan los bolsilibros porque son como cómics en prosa.
- Entendemos que Wes Marino: Bajo la piel de la ciudad (Cebero, 2017) supone el comienzo de una serie. ¿Cuántos volúmenes tendrá? ¿Serán autoconclusivos y de lectura independiente?
Todas las aventuras de Wes Marino serán independientes. La primera lo es a su manera (siempre y cuando te gusten los finales abiertos…). Juárez, sin embargo, tiene su propio arco en una novela que estoy planificando, o sea que todavía queda. Pronto habrá un relato de Wes Marino para conocerle un poquito mejor, y hasta aquí puedo escribir.
- Wes Marino es el tópico periodista-investigador al que su trabajo le lleva a profundizar mucho más de lo permitido en el tejido social. Asimismo el propio “apellido” del personaje y la profunda lectura filosófica que podemos hacer de la novela nos lleva a pensar que incluso tiene algo de Dante…
Wes tiene matices con los que muchas personas podrían sentirse identificadas, como su torpeza, lo contradictorio que es en ocasiones, su curiosidad o su inocencia, la misma que le pone en este aprieto. Hay a quien no le basta con lo que le cuentan y debe comprobarlo por sí mismo. En este caso, él vive algunas situaciones extrañas en las cabinas de teletransporte, y lo que podría ser un reportajillo curioso se convierte en una corruptela. Un profesor de la universidad nos decía: “¿No queréis ser periodistas? Tirad del hilo”. Esa frase representa el carácter de Wes. El mío también, la verdad. Compartimos oficio y aristas de personalidad.
- ¿Supone Bajo la piel de la ciudad un ejercicio literario claramente orientado hacia la crítica social más explícita, camuflado bajo el género de la ciencia ficción?
El transhumanismo es un conjunto de ideas muy interesante. Mi único objetivo era, además de divertirme, exponer algunas de sus preguntas: ¿Qué nos hace humanos? ¿Cuánto podríamos cambiar de nosotros mismos sin perder nuestra esencia, esa humanidad? ¿Es importante? ¿Dónde empiezan y acaban las modificaciones para ser considerados transhumanistas? Todas estas preguntas adquieren un tono muy interesante si las miras desde el prisma de la inmortalidad, que es algo que ha preocupado al ser humano desde siempre. La ciencia ficción solo es el lienzo donde decido pintar la historia.
- ¿Dédalo está inspirada en alguna realidad geográfica?
Dédalo es una representación ficticia de una megacorporación. Puede ser cualquiera, porque cualquier superempresa tendrá sus secretos…
- Para terminar. ¿Tiene algún proyecto en marcha del que nos pueda adelantar algo?
Ahora mismo estoy escribiendo una historieta fantástica en la que habrá magia culinaria, o como a mí me gusta llamarla, gordimancia. Paralelamente estoy con un relato de ciencia ficción y un cuento interactivo en Twine. Soy una escritora lenta.
Obra literaria de Eleazar Herrera hasta 2017. (Fuente: Sitio web de la autora)
Para producir e publicar recensións, iniciativas culturais e entrevistas de calidade sen recorrer a publicidade, este blogue ten como financiamento único unha campaña de doazóns mensuais en Patreon. Podes participar nela dende un euro ó mes e, grazas a iso, contribuirás a manter este espazo e a publicación frecuente de contido.