Reseña: Manuel Vilas, Ordesa
Título: Ordesa Autor: Manuel Vilas Editorial: Alfaguara
Colección: Narrativa hispánica ISBN: 9788420431833 Nº de Páginas: 392 págs.
Sinopsis:
Escrito a ratos desde el desgarro, y siempre desde la emoción, este libro es la crónica íntima de la España de las últimas décadas, pero también una narración sobre todo aquello que nos recuerda que somos seres vulnerables, sobre la necesidad de levantarnos y seguir adelante cuando nada parece hacerlo posible, cuando casi todos los lazos que nos unían a los demás han desaparecido o los hemos roto. Y sobrevivimos.
Quizás este comentario se pierda entre la inmensidad de aportes críticos a este excepcional libro de Manuel Vilas, pero me he visto en la obligación de compartir mis opiniones sobre este libro que, sin duda, merece la inversión de un poco de nuestro tiempo vital. Este libro, que ya he perdido la cuenta de las reimpresiones que lleva a lo largo de estos meses, se presenta promocionalmente bajo el siguiente eslogan: "El libro que todo el mundo está leyendo". Me gustaría aportar un matiz importante, Ordesa es el libro que todo el mundo está VIVIENDO.
No quiero ocupar mi espacio en comentar las cuestiones de índole biográfica del autor en el libro, pues considero que no aportan absolutamente nada relevante para su comprensión. Ordesa es la expresión de una vivencia traumática y, al mismo tiempo, una manera de combatir el dolor. En las brillantes páginas de este libro podemos un canto a la esperanza aún cuando todo se ve oscuro.
La pérdida de sus padres sirve a Vilas para escribir un ensayo sobre la vulnerabilidad, tejido desde la esperanza y que se sumerge en la sensibilidad propia para extraer un sentimiento universal y colectivo que permite que el lector, ajeno a la experiencia del autor, adapte esa sensibilidad como propia.
En la parte negativa podría criticar la ausencia de la figura materna en una clave tan idílica como la paterna, pero con el paso de las páginas he conseguido perdonar a Vilas y, al mismo tiempo, creo que él se ha dado cuenta de la importancia de esa figura femenina en su propia historia. La admiración que demuestra por ciertas figuras también es compleja para mí de aceptar, pero creo que eso no afectará a todas las lecturas.
Se supone que el texto se organiza en capítulos por la presencia de unos índices numéricos cada cierto porcentaje de texto. Jamás denominaría a eso capítulos. Los textos parecen impulsivos, fruto de un sentimiento visceral que remueve al sujeto, pero al mismo tiempo son un ejercicio de talento, transparencia y trabajo. Mientras leemos nos imaginamos a Vilas vomitando todos sus sentimientos ante la pantalla del ordenador, aunque también somos conscientes de que no hay nada colocado al azar. Podría señalar miles de citas textuales de este libro de extrema belleza tanto formal como ideológica, pero prefiero darles el gusto de descubrirlo por ustedes mismos.
En resumen, el de Vilas es uno de los grandes libros en castellano de este año. Aún a mediados de 2018 será complicado encontrar un libro que demuestre tal excepcional manejo de la palabra y los tiempos. Un libro extraordinario.