Reseña: Ian McEwan, La cucaracha
Título: La cucaracha
Título original: The Cockroach Autor: Ian McEwan
Traductor: Antonio-Prometeo Moya Valle Editorial: Anagrama ISBN: 9788433980571 Nº de Páginas: 126 págs.
Sinopsis:
McEwan afila los colmillos: una mordaz sátira de la Inglaterra del Brexit y la Europa de los populismos.
El arranque de la novela no dejará indiferente a ningún lector, porque es una reelaboración del famosísimo inicio de La metamorfosis de Kafka. Solo que aquí se invierten los términos y nos encontramos con una cucaracha que un buen día, al despertarse, descubre que se ha convertido en un enorme ser humano, concretamente en el primer ministro del Reino Unido, de nombre Jim Sams. Y resulta no ser la única cucaracha transformada en político que se mueve por las altas esferas.
El primer ministro invoca al pueblo para situarse por encima de todo y de todos: la oposición, los disidentes de su propio partido e incluso el Parlamento y las normas más elementales de la democracia. Su plan estrella consiste en poner en práctica una absurda teoría económica llamada «reversionismo», cuya brillante idea es cambiar la dirección del flujo de dinero, de modo que uno debe pagar por trabajar y a su vez recibe dinero por comprar. Una fórmula mágica que supuestamente solucionará todos los problemas...
McEwan recurre a Kafka para retratar una realidad que ya de por sí tiene mucho de kafkiana, pero el gran referente que subyace en su feroz sátira es Jonathan Swift, uno de los maestros en el arte de servirse del humor para poner en evidencia la estulticia y combatirla. Desde la perplejidad y la indignación, McEwan ha escrito un libro de emergencia, conciso, contundente y descacharrante, que denuncia la alarmante degradación de la clase política y los peligros que esto conlleva.
Hace tiempo que tenía interés en esta obra debido a la enorme expectación que creó en el momento que se publicó y por la osadía de Ian McEwan de comenzar el texto con una reinterpretación de La metamorfosis, o La transformación según las traducciones o posturas académicas que se consulten, de Kafka. Sin embargo hay en su posible éxito un componente circunstancial, oportunista que también debemos tener en cuenta en su lectura.
«Aquella mañana, al despertar de un intranquilo sueño, Jim Sams, inteligente pero de ningún modo profundo, se vio convertido en una criatura gigantesca»
Considero que estas expectativas iniciales pueden pasar factura a esta obra desde un punto de vista crítico, pues la reinterpretación inicial de la obra de Kafka es bastante escueta y simplona. Sin embargo, tras ese inicio kafkiano, la obra cambia totalmente de registro y se convierte en una sátira política bastante ingeniosa y mordaz. Temas como la degradación de la clase política, los juegos de poder, lo absurdo en la toma de decisiones y la utilización de la prensa y la publicidad hacen de este texto una lectura vinculada necesariamente a los males de nuestra época.
El humor en esta novela y lo ingenioso de su argumento permiten, aún así, observar ciertas flaquezas respecto a la propia estructura y construcción de la misma. A la vista están todas las costuras y problemas derivados de crear una novela con dos ideas potentes, pero en la que ninguna ejerce la función de base. Esta breve novela es, por ello, una obra bastante inestable y frágil en su construcción que se salva por su contenido satírico y lo divertido de alguno de sus pasajes.