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Reseña: Emmanuel Carrère, El adversario




Título: El adversario

Título original: L'Adversaire Autor: Emmanuel Carrère

Traductor: Jaime Zulaika Editorial: Anagrama ISBN: 9788433969217 Nº de Páginas: 176 págs.

 

Sinopsis:


Un relato escalofriante, una historia real que nos sume en el estupor, que es un viaje al corazón del horror, un libro excepcional que ha sido comparado con A sangre fría de Truman Capote.

El 9 de enero de 1993, Jean-Claude Romand mató a su mujer, sus hijos, sus padres e intentó, sin éxito, darse muerte. La investigación reveló que no era médico, tal como pretendía y, cosa aún más difícil de creer, tampoco era otra cosa. Mentía desde los dieciocho años. A punto de verse descubierto, prefirió suprimir a aquellos cuya mirada no hubiera podido soportar. Fue condenado a cadena perpetua.

Yo entré en relación con él, asistí a su proceso, dice el autor. He intentado relatar con precisión, día tras día, esta vida de soledad, de impostura y de ausencia. Imaginar lo que bullía en su mente a lo largo de las horas vacías, sin proyecto ni testigos, cuando se suponía que estaba trabajando y en realidad pasaba el tiempo en parkings de autopistas o en los bosques del Jura. Comprender, en fin, lo que en una experiencia humana tan extrema me ha tocado tan de cerca y que nos afecta, creo, a cada uno de nosotros.

 

Hace ya muchísimo tiempo que tenía la intención de leer al autor francés Emmanuel Carrère, pero ignoraba por cual de sus obras debería comenzar. A petición de muchos de los lectores de este blog y por consejo de varias personas, cuya opinión respecto a estos temas valoro en demasía, decidí embarcarme en la novela El adversario, traducida por Jaime Zulaika y publicada en Anagrama.


Hay muchas obras que relatan un suceso real que es de tal importancia e impacto social que resultan simples relatos duros donde la literariedad, en caso de que exista, queda relegada a un plano muy inferior al esperable. En esta obra no es así, ya que hay una extraordinaria lectura de la condición humana y se dota de humanidad a un relato real que, leído en prensa, resulta solo brutal.


«Una mentira, normalmente, sirve para encubrir una verdad, algo vergonzoso, quizá, pero real»


«Parece una idiotez decirlo, pero ¿sabe?, era un hombre profundamente amable. No cambia en nada lo que ha hecho, lo hace todavía más terrible, pero era amable»


Creo que en esta obra hay una implicación de Carrère como autor tan inmensa que es difícil creer que el desarrollo de los hechos y circunstancias es tan preciso como lo son las marcas que ha dejado en él. Quizá es la magia de este libro, un relato crudo de la realidad codificado en base a las necesidades y experiencias de un yo que se iguala al autor.


«Romand, todavía en coma, era el único que no sabía que estaba vivo y que sus familiares habían muerto por su mano. Esta ausencia no habría de durar. Iba a salir del limbo. ¿Qué vería al abrir los ojos? Una habitación pintada de blanco, vendas blancas alrededor de su cuerpo. ¿Qué recordaría? ¿Qué imágenes acompañarían su ascenso hacia la superficie? ¿Quién sería la primera persona con quien se cruzaría su mirada? Una enfermera, sin duda. ¿Le sonreiría, como todas ellas deben hacer en esos casos, porque una enfermera es en ese momento una madre que acoge a su hijo al salir de un túnel muy largo, y todas ellas saben por instinto, ya que si no harían otro trabajo, que es esencial, al salir de ese túnel, sentir la luz, el calor, una sonrisa? Sí, ¿Pero a él?»


Tengo la sensación de que esta no es la obra más adecuada para empezar a leer a este autor, pero estoy convencido de que hay tanta verdad y talento en su texto que merecerá la pena adentrarse en el resto de su obra publicada.

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