Sonia Fides: "Me gustaría que mis libros fuesen honestos, elegantes y muy literarios"
Sonia Fides (Madrid, 1969) es poeta y crítica literaria del suplemento Arte & Letras de El Heraldo de Aragón y escribe para la revista digital El Asombrario. Tiene publicados los títulos Mirar y ser mirada, X Premio Nacional de Poesía Nicolás del Hierro en 2006; Electra se quita el luto (Ediciones Vitruvio, 2008), finalista en el Premio Internacional Ciudad de Melilla en 2007 y Mi vida sin Julio Verne (Ediciones con carrito, 2013). En 2011 colaboró en dos antologías: Viscerales (Ediciones del Viento) junto a autores como Enrique VilaMatas o Montero González, y Narrando contracorriente (Ediciones Escalera). La inequívoca fragilidad de los mosquitos fue su primera novela.
Foto y Texto: Libros.com
- Comencemos con una idea potente. ¿Qué significa para usted la literatura?
Una forma de vida o mejor una manera de esta viva.
- ¿Cómo definiría su proceso creativo?
Caótico al principio porque parto normalmente de un título. Yo comienzo todos mis trabajos encontrando primero el título y la banda sonora que acompañará mis horas de escritura. Después a partir de ambos conceptos comienza la novela, el poemario o el libro de relatos. Después todo vuelve a la normalidad y aunque no tengo un horario concreto para escribir una vez comienzo un trabajo le dedico todo el tiempo disponible.
- ¿Cómo recibió el X Premio Nacional de Poesía Nicolás del Hierro por “Mirar y ser mirada”?
Pues en una ceremonia bellísima en la que nos cuidaron mucho a mis poemas y a mí. Nunca olvidaré esa noche ni el cariño del pueblo de Piedrabuena y de sus representantes, imposible olvidar a Francisco Caro, a Pedro A. Gónzalez y a Nicólas del Hierro, generosísimo con una novata como yo, que ganaba con su primer libro el premio. Fue una sorpresa inesperada, estaba pasando el día en Guadalupe y el viaje hasta allí fue complicado, su carretera es una serpiente con aviesas intenciones. Cuando pisé tierra firme de nuevo mi sobrino mayor fue quien me avisó de que habían llamado desde el Ayuntamiento de Piedrabuena para comunicarme el fallo del jurado y decirme que era la ganadora.
- ¿Cuál es el germen de “La inequívoca fragilidad de los mosquitos”?
Un aviso de mi hermana. Se convocaba el Premio Wolskwagen de novela por parte de la Revista Que leer. Había que escribir una historia en que apareciera un vehículo de esa marca. Yo acababa de reencontrarme con una antiguas compañeras de colegio y habíamos viajado hasta Lyon para ver a otra de ellas, Carmen, que ejerce como periodista allí , se me ocurrió usar la casualidad de ese viaje para iniciar la novela. Después no llegué a acabarla a tiempo y la guardé en un cajón. Entonces aún no tenía el epílogo que la cierra. Lo escribí mucho después porque quería presentarme al Premio de Novela que lleva el nombre de mi admirada Carmen Martín Gaite y no alcanzaba el número de páginas imprescindibles para poder participar. Luego resultó que ese requisito inesperado, según me comentan los lectores, puso un broche de oro a la historia.
- ¿Cuál ha sido su libro más costoso hasta el momento?
Los tigres no pueden esperar eternamente. Es una novela complicada porque alberga dos historias, personajes reales conviviendo con personajes ficticios. Un ritmo narrativo intenso. Una historia en que la protagonista debe ejercitar dos memorias distintas. Es una novela de casualidades y devociones. El viaje emocional de un escritora y una leyenda del cine francés a través de la escritura de una atípica y atrapante novela negra
- Si tuviera que escoger uno de los poemas de "Mi vida sin Julio Verne" (Ediciones con carrito, 2013) para una futura antología de sus obras completas. ¿Cuál sería?
Es complicado, quizás Una sola forma de resucitar el poema que cierra el libro porque fue el punto y final a una prolongada devoción por un amor de juventud. Es un poema luminoso y vívido en el que la memoria devuelve lo que conocer a ese muchacho supuso para mí. Creo que junto a un poema de mi primer libro, Mirar y ser mirada, es de los pocos que habla de mí.
- ¿Cómo nace “Los tigres no pueden esperar eternamente”?
Pues nace de una casualidad, una palabra que se repite mucho en mi camino literario, leí en el periódico que había muerto Bobby Fischer. El periodista lo homenajeó publicando en la nota una de sus jugadas más famosas y en ella se menciona la frase: “pero el tigre no puede esperar eternamente” y así llegó el título. Un título que encajaba perfectamente con un recuerdo pasado y una estrofa de una vieja canción de Christina Rosenvinge y que darían paso a la trama de la novela.
- Si tuviese que definir sus libros...
Me gustaría que fuesen honestos, elegantes y muy literarios, pero no sé si eso contesta a su pregunta.
- ¿Podría recomendarnos algún título para esta época de inestabilidad que vivimos?
Es difícil porque hay grandes libros, pero si tengo que recomendar algunos serían: Manual para mujeres de la limpieza de Lucía Berlin porque es sencillamente impresionante. La cuatrilogía de Elena Ferrante. Mtrain de Patti Smith(y todos los demás). Todos los de Leonard Cohen, Sam Shepard, Pedro Casariego Córdoba, Sylvia Plath, Anne Sexton y Anne Carson. Tengo una jaula de Lara Moreno. Te quiero viva, burra de Loreto Sánchez Seoane. Pequeñas mujeres rojas de Marta Sanz. Yoro de Marina Perezagua. Cualquiera de Nickolas Butler o de Wallace Sterner. Dulces sueños,queridos niños de Radu Pavel e Infelices de Javier Peña López. Y por último Cal viva de Daniel Serrano.
- Para terminar. ¿Tiene algún proyecto en marcha o finalizado del que pueda adelantar algo?
Sí, ando escribiendo la que espero sea mi tercera novela y un nuevo poemario. Siempre alterno ambos géneros porque el oxigeno que me roba la disciplina que requiere la escritura de una novela me lo devuelve la exigente inmediatez de la poesía.